Documento 1:
LEY ORGÁNICA DEL ESTADO, Art. 6 (1967)
El Jefe del Estado es el representante supremo de la Nación; personifica la soberanía nacional; ejerce el poder supremo político y administrativo; ostenta la Jefatura Nacional del Movimiento y cuida de la más exacta observancia de los Principios Fundamentales del Reino, así como de la continuidad del Estado y del Movimiento Nacional; garantiza y asegura el regular funcionamiento de los Altos Órganos del Estado y la debida coordinación entre los mismos; sanciona y promulga las leyes y provee a su ejecución; ejerce el mando supremo de los Ejércitos (…); vela por la conservación del orden público (…); en su nombre se administra la justicia; ejerce la prerrogativa de gracia; confiere, con arreglo a las leyes, empleos, cargos públicos y honores (…).
Documento 2:
“Francisco Franco Bahamonde, Caudillo de España, Jefe del Estado y Generalísimo de los Ejércitos de la Nación:
Por cuanto las Cortes españolas, como órgano superior de participación del pueblo en las tareas del Estado, según la ley de su creación, han elaborado el Fuero de los Españoles, texto fundamental definidor de los derechos y deberes de los mismos y amparador de sus garantías;
Vengo a disponer:
[…] Art. 2. Los españoles deben servicio fiel a la Patria, lealtad al Jefe del Estado y obediencia a las leyes. […]
Art. 12. Todo español podrá expresar libremente sus ideas mientras no atenten a los principios fundamentales del Estado”.
Art. 33. El ejercicio de los derechos que se recorren en este Fuero no podrá atentar a la unidad espiritual, nacional y social de España [...]”.
Fuero de los Españoles, BOE, 18 de julio de 1945
Documento 3:
El Fuero de los Españoles (1945)
“Art. 12. Todo español podrá expresar libremente sus ideas mientras no atenten a los principios fundamentales del Estado (...)
Art. 15. Nadie podrá entrar en el domicilio de un español ni efectuar registros en él (...), a no ser con mandato de la Autoridad competente.
Art. 16. Los Españoles podrán reunirse y asociarse libremente para fines lícitos y de acuerdo con lo establecido por las leyes (...).
Art. 18. Ningún español podrá ser detenido sino en los casos y en la forma que prescriben las leyes. En el plazo de setenta y dos horas todo detenido será puesto en libertad o entregado a la autoridad judicial (...).
Art. 33. El ejercicio de los derechos que se recorren en este Fuero no podrá atentar a la unidad espiritual, nacional y social de España (...).
Art. 35. La vigencia de los artículos 12, 13, 14, 15, 16, y 18 podrá ser temporalmente suspendida por el Gobierno total o parcialmente mediante Decreto-Ley (...)”.
El Pardo, 17 de julio de 1945. Francisco Franco.
Documento 4:
“La democracia, que bien entendida es el más preciado legado civilizador de la cultura occidental, aparece en cada época ligada a las circunstancias concretas que se resuelven en fórmulas políticas y varias a lo largo de la historia. No hay democracia sin bienestar; no existe verdadera libertad sin capacidad del pueblo para la satisfacción de las necesidades morales y materiales; no hay representación auténtica sin verdadera ciudadanía. […]
Los partidos no son un elemento esencial y permanente sin los cuales la democracia pueda realizarse. A lo largo de la historia ha habido muchas experiencias democráticas sin conocer el fenómeno de los partidos políticos, que son, sin embargo, un experimento relativamente reciente, que nace de la crisis y de la descomposición de los vínculos orgánicos de la sociedad tradicional.
Desde el momento en que los partidos se convierten en plataformas para la lucha de clases y en desintegradores de la unidad nacional, los partidos políticos no son una solución constructiva ni tolerable, para abrir la vida española a una democracia auténtica, ordenada y eficaz. Pero la exclusión de los partidos políticos en manera alguna implica la exclusión del legítimo contraste de pareceres, del análisis crítico de las soluciones de gobierno, de la formulación pública de programas y medidas que constituyen a perfeccionar la marcha de la comunidad”.
Discurso de Franco ante las Cortes, 22 de noviembre de 1966
Documento 5:
ACUERDO POLÍTICO DEL CONGRESO DE MUNICH, 1962
El Congreso del Movimiento Europeo, reunido en Munich los días 7 y 8 de junio de 1962, estima que la integración, ya en forma de adhesión, ya de asociación de todos los países a Europa, exige de cada uno de ellos instituciones democráticas, lo que significa en el caso de España (...) lo siguiente:
1º La instauración de instituciones auténticamente representativas y democráticas que garanticen que el gobierno se basa en el consentimiento de los gobernados.
2º La efectiva garantía de todos los derechos de la persona humana, en especial los de libertad personal y de expresión, con supresión de la censura gubernativa.
3º El reconocimiento de la personalidad de las distintas comunidades naturales.
4º El ejercicio de las libertades sindicales sobre las bases democráticas y de la defensa por los trabajadores de sus derechos fundamentales, entre otros medios por el de huelga.
5º La posibilidad de organización de corrientes de opinión y de partidos políticos con el reconocimiento de los derechos de la oposición. (...)
Documento 6:
“La necesidad de vigorizar nuestra economía, fuertemente afectada por una balanza de pagos tradicionalmente adversa, inspiró la política del Estado de fomento de las industrias de interés nacional.
Sin embargo, es tan grande la cuantía de las inversiones que la fabricación de determinados productos requiere, que muchas veces rebasa el marco en que las iniciativas particulares se desenvuelven, y para otras el margen de beneficios resulta tan moderado que no ofrece incentivo a los organismos financieros, con perjuicio de los intereses de la Patria.
Los imperativos de la defensa nacional exigen, por otra parte, la creación de nuevas industrias y la multiplicación de las existentes, que permitan respaldar nuestros valores raciales con el apoyo indispensable de una potente industria, lo que requiere dar a ese resurgimiento un ritmo más acelerado si hemos de realizar los programas que nuestro destino histórico demanda.
Surge, pues, la necesidad de un organismo que, dotado de capacidad económica y personalidad jurídica, pueda dar forma y realización a los grandes programas de resurgimiento industrial de nuestra Nación que, estimulando a la industria particular, propulsen la creación de nuevas fuentes de producción y la ampliación de las existentes, creando por sí las que el interés de la defensa nacional o los imperativos de nuestra economía exijan”.
Ley de creación del Instituto Nacional de Industria (INI), 25 de septiembre de 1941.
Documento 7:
“La guerra es, pues, como un plebiscito armado. La lucha blanca de los comicios de febrero de 1936, en que la falta de conciencia política del gobierno nacional dio arbitrariamente a las fuerzas revolucionarias un triunfo que no habían logrado en las urnas, se transformó, por la conciencia cívico-militar, en la lucha cruenta de un pueblo partido en dos tendencias: la espiritual, del lado de los sublevados, que salió a la defensa del orden, la paz social, la civilización tradicional y la patria, y muy ostensiblemente, en un gran sector, para la defensa de la religión; y de la otra parte, la materialista, llámese marxista, comunista o anarquista, que quiso sustituir la vieja civilización de España, con todos sus factores, por la novísima "civilización" de los soviets rusos...
La Iglesia no podía ser indiferente en la lucha. De una parte, se suprimía a Dios, cuya obra ha de realizar la Iglesia en el mundo y se causaba a la misma un daño inmenso, en personas, cosas y derechos; de la otra estaba el esfuerzo por la conservación del viejo espíritu, español y cristiano. […]”
Carta colectiva del episcopado español sobre la guerra (1 de julio de 1937)
Documento 8:
“El oprobio de una escuela laica ha terminado. Para formar españoles hondos, creyentes y patriotas austeros España resurge, gloriosa, por el esfuerzo decidido y gigante de sus hijos, de los que murieron alegremente por ella, de los que por ella se sacrificaron y quisieron rendirle lo mejor y más espléndido de su vida. La Escuela tiene que recoger el ambiente heroico de las juventudes guiadas por el Caudillo a la victoria [...].
Primera. La reposición del Santo Crucifijo marca la apertura del curso, que será rápida e inmediata.
Segunda. Además del retrato del Caudillo, habrá en el salón de clase una imagen de la Virgen, con preferencia de la Inmaculada, y en sitio preferente.
Cuarta.- A la entrada en la escuela los niños saludarán con el tradicional "Ave María Purísima", siendo contestados por el maestro: ‘Sin pecado concebida’ [...].
Sexta.- La ceremonia de colocar la Bandera antes de empezar las clases y arriarla al terminar, mientras se entona el Himno Nacional, es obligatoria para todas las Escuelas [...]”.
Séptima. Con el fin de cumplir el precepto de oír misa los domingos, asistiendo los niños con sus maestros al frente, acudirán a la iglesia en que la celebren las Organizaciones Juveniles...”
Normas para la Escuela Primaria. 6 de mayo de 1939. Año de la Victoria.
Documento 9:
“Un tercer sistema, que es el que nace de la moral cristiana, de la historia y tradición de los pueblos, o sea, el régimen que nosotros hemos establecido. En él desaparece el Estado indiferente ante las luchas de los hombres, en él desaparece la opresión y la explotación del hombre por el hombre; el Estado organiza la sociedad con sus instituciones naturales; el Estado encuadra a los españoles en las instituciones clásicas y seculares: los municipios, que nos dejaron los romanos y sobreviven después de veintiséis siglos como institución natural y asociación lógica de los hombres; la familia, que constituye la organización humana y primera del individuo y, por último, el sindicato, que en este mundo de complejidad de industrias y de intereses, es el que asocia a los españoles en un interés común”.
Discurso de Francisco Franco pronunciado en Huelva, abril de 1943
Miembros de la sección femenina de Falange Española junto a Pilar Primo de Rivera, 20 enero 1950
Imágenes utilizadas en exámenes de la PAU:
Franco y la Iglesia. Unión de Iglesia y Estado.
Franco "Caudillo de España por la Gracia de Dios", titulo otorgado por la Iglesia que recuerda las fórmulas absolutistas.
Franco como "cruzado medieval" que defiende al catolicismo de sus enemigos.
Franco y la Iglesia: el Cardenal Pla y Deniel.
Cartel propagandístico de la autarquía que se aplicó en España durante los años 40.
Otras imágenes utilizadas para exámenes propios de este tema:
Peseta que representa simbología franquista: "Francisco Franco Caudillo de España por la Gracia de Dios".
Saludo a la imagen de Franco. Ideología franquista: anticomunismo.
D. Juan de Borbón con su hijo Juan Carlos, futuro rey de España.
Franco junto a su sucesor.
Entrevista de Hendaya (octubre de 1940) crucial para el papel que España desempeñará en la II Guerra MUndial.
Requeté carlista. Participarán en el Estado franquista como una más de las "familias" del régimen.
Miseria y hambre, dos características que definen a la España de posguerra.
Desfile de la victoria en Barcelona febrero 1939
Desfile de la victoria Madrid mayo 1939: los desfiles militares para demostrar quienes ganaron la guerra, fue un principio fundamental que se asocia a la ideología franquista (simbolismo y propaganda).
Escudo de la España Nacional: ESPAÑA UNA, GRANDE Y LIBRE.
Cartel alusivo a otro principio fundamental del régimen: antidemócrata, antiliberalismo y anticomunismo.
Presos republicanos en el Penal del Puerto de Santa María (Cádiz)
Fusilamiento de presos republicanos: represión de posguerra contra los llamados por el régimen "rojos".
Presos republicanos en un campo de concentración (frontera francesa).
Ideología franquista.
Franco, Queipo de Llano y el cardenal Pla y Deniel durante la Guerra Civil en Toledo.
El cardenal Tarancón representante de la oposición a Franco en los últimos años del régimen.
Imagen de una escuela en los primeros años del franquismo con los símbolos establecidos por las normas.
Paquito al servicio de España: una forma de aprender jugando los valores del régimen (uniformes).
La figura de la mujer durante el franquismo según Pilar Primo de Rivera.
Franco intenta mostrar al mundo que España es una democracia: interés por ingresar en la CEE.
Gobierno franquista de 1973: separación jefatura de Estado de jefatura del gobierno. A la izquierda de Franco, el almirante Carrero Blanco, y a su derecha Torcuato Fernández-Miranda.
Lugar donde se produjo la explosión, en la esquina entre las calles Claudio Coello y Maldonado de Madrid. |